Por fin ayer, después de una largísima lista de partidos sin ganar, se volvió a conseguir la victoria por la mínima frente a Osasuna. El encuentro fue, sin lugar a dudas, uno de los peores de la jornada, pero al menos se consiguieron tres puntitos más que nos ponen con... 23. Parece mentira que a estas alturas de la temporada tan sólo tengamos 23 puntos.
Estoy de acuerdo en que lo importante ayer no era el juego, sino conseguir la victoria. Pero eso no puede ser así el resto de las 21 jornadas que quedan de esta temporada. Jugando extremadamente mal al fútbol, como fue el caso de los segundos 45 minutos de ayer, pocos partidos vas a ganar.
Menos mal que reapareció Jesús Navas y puso nervioso al lateral izquierdo de Osasuna, que tampoco tenía mucha calidad el chaval, y si además tiene en frente a un capeón del Mundo... Entre Jesús Navas y Kanouté se cargaron a uno de los equipos más flojitos que ha pasado por el Sánchez Pizjuán, que no es poco, ya que de aquí han salido con puntos en los bolsillos el Getafe o el Almería.
La segunda mitad fue para echarse a llorar. No tuvo mucha historia, salvo en alguna que otra ocasión peligrosa de Osasuna, como en la que se lesiona Fernando Navarro, pero es que el Sevilla no disparó ninguna vez a portería; cuanto menos, preocupante.
Destacar el buen papel de Jesús Navas y Kanouté. Por el contrario, me decepcionó el partido, una vez más de Romaric, quien se escondía entre los centrales (qué hacía en la delantera cuando el balón lo sacaba Escudé de la defensa) y apenas dio dos pases buenos en todo el encuentro. Es verdad que tiene una gran visión de juego, pero hace bueno un partido de cinco. Y para eso está el mercado invernal. Dabo ofreció muchísimas facilidades al interior zurdo del equipo de Pamplona. Ya lo he dicho en alguna que otra ocasión, cumple a veces pero es un futbolista con capacidades muy limitadas.
Si hay algún momento para arreglar las cosas en la medida de lo posible es éste; Ya habrá lugar para solucionarlo del todo cuando termine la temporada. Imagino que llegará algún refuerzo, porque de lo contrario podemos tener más de un problema para disputar el año que viene la liga de Campeones, por mucho que el presidente diga tenemos un sitio asegurado...
3 puntos, pero el rival era el propicio para endosar una goleada y no sufrir como se sufrió.
ResponderEliminarA mi Romaric no me desagradó esta vez, lo que si me preocupa es Zokora y las tarjetas amarillas.
Soluciones ya!
1 abrazo
Pues lo de Romaric ayer, bajo mi punto de vista, fue un auténtico esperpénto. La gran mayoría de los balones que llegaban al área de Osasuna fueron por pelotazos desde la defensa, ya que el costamarfileño, incomprensiblemente, se metía entre los centrales al borde del área cuando la pelota estaba saliendo de la defensa.
ResponderEliminarEso, para mí no es un buen partido de un centrocampista, al menos bajo el concepto que yo tengo de la función de uno.