lunes, 19 de diciembre de 2011

Del Nido, por el bien del Sevilla....

A diferencia de lo que parece por algunos comentarios en twitter, a mí me importa la incidencia que pueda tener en el Sevilla la condena a siete años y medio de prisión a su presidente por el caso "Minutas", José María Del Nido, y no lo que éste haga o deje de hacer en su despacho de abogado. Y digo "a diferencia de lo que parece" porque se leen cosas como "apoyo a Del Nido" y demás, como si el Sevilla fuese a desaparecer en caso de que el actual presidente dejara de serlo.

En mi opinión, tras pasar el presidente del Sevilla Fútbol Club de ser imputado a condenado, debería dimitir en su cargo puesto que la imagen que queda para el resto de España es que el mejor equipo de Andalucía tiene un mandatario delincuente. Y no vamos a andarnos con pelos en la lengua: a día de hoy eso es así, con la salvedad, cierto es, de que el "supuesto" delincuente es el José María Del Nido abogado, y no el directivo de un club de fútbol. Sin embargo, no tengo constancia de que Del Nido padezca trastornos de bipolaridad, por lo que el José María abogado y el José María presidente del Sevilla son la misma persona. Si en calidad de abogado debe cumplir condena, también lo hará el presidente de la entidad.

A favor de Del Nido dice que sin pensárselo dos veces ha recurrido a la sentencia (algo que yo también haría, por cierto), por lo que, supongo y deseo que sea así, tiene muy seguro que es inocente. De todas formas, como digo, a día de hoy, al igual que no hay sentencia firme, el recurso tampoco se ha completado. Entonces, dado que existe eso que se llama "presunción de inocencia", ¿podemos decir que el presidente del Sevilla es un "presunto inocente" de un delito de prevaricación y malversación de fondos públicos?
Pues, en mi opinión, una persona cuya inocencia depende de un recurso al que han de darle validez en unos años no debe representar a una entidad con más de cien años de historia y miles de seguidores detrás. Ni digo que sea culpable, ni digo que sea inocente, pero de estar imputado ha pasado a tener que recurrir una sentencia que lo condenaba a siete años de prisión. Yo seguro que no voy a recurrir esa sentencia porque no tengo nada que ver con el tema...

De hecho, @nachoMol ha subido a twitter la sentencia y, textualmente, dice al final de la página 472:

"De la misma forma, debemos condenar y condenamos a JOSÉ MARÍA DEL NIDO
BENAVENTE como cooperador necesario criminalmente responsable de un delito continuado de Fraude en concurso medial con los delitos continuados de Prevaricación y Malversación de Caudales Públicos, sin la concurrencia de circunstancias modificativas de la responsabilidad criminal pese a no ser autoridad ni funcionario público, a las penas de SIETE AÑOS Y SEIS MESES DE PRISIÓN, con la accesoria de Inhabilitación especial para el ejercicio del derecho de sufragio pasivo durante el tiempo de la condena, y quince años de Inhabilitación absoluta; así como al pago de cinco cuadragésimas partes de las costas del juicio".

He criticado al presidente del Sevilla hasta la saciedad cuando he creído que lo merecía, y sabéis que siempre desde el respeto. Pero jamás he pedido su dimisión, pues creo que, a pesar de que no me gusta la gestión que está llevando a cabo en los últimos años, es el mejor presidente de toda la historia de este club, y eso no se lo va a quitar nadie. Para mí, lo mejor para el club, que es lo verdaderamente importante para los aficionados (espero que sea así), es que mientras se demuestra su inocencia abandone el cargo. Y en caso de que al final del proceso resultara inocente, tendría su silla en el palco esperándole, pues para eso se la ha ganado con dos cojones formando al mejor Sevilla de todos los tiempos. Pero, hasta el momento en que esté claro que no ha cometido un delito público cuyo castigo sería entrar en prisión, está afectando negativamente a la imagen del club.


Sinceramente, esperaba que Del Nido iba a presentar su dimisión, especialmente tras recordadas frases como "nadie es imprescindible". Creo que no ha pensado sólo en el Sevilla Fútbol Club a la hora de tomar la decisión de continuar, y esperemos que sea la correcta.

Lo que me parece avergonzante es comparar esta situación con el conocido caso "Búho": para empezar, imagino que nadie discutirá que la gravedad de un delito de malversación de fondos públicos es mayor que unos insultos. Si los medios de comunicación decidieron no publicar nada de el Búho, es porque al Sevilla, como entidad y equipo, no le afecta lo más mínimo que un tío diga cuatro tonterías sobre su presidente desde un blog, sea periodista, albañil o gigoló. Sin embargo, si el presidente del Sevilla puede ingresar en prisión por un delito que ha cometido en su profesión de abogado (porque recordemos que quien entraría es Del Nido en su plenitud, no "la mitad abogado") ¿no afecta eso al club?

Por último, lo que me parece más avergonzante aún es que los perros de presa del club amenacen incluso con querellas si se dice una palabra fuera de lugar respecto a este asunto. Como no podía ser de otra forma, esperaba que suplicaran al presidente que siguiera en el cargo, algo que haríamos todos si es la persona que nos administra la nómina, pero llegar a amenazar me parece vomitivo. Pero hasta este punto hemos llegado, señoras y señores, en la afición sevillista: se empieza provocando hasta la saciedad, y cuando la persona que ha sido provocada revienta y despotrica de lo lindo, se le amenaza con una querella.

Esperemos que se vaya solucionando el asunto con el paso de los días, aunque parece ser que todo esto puede tardar años en resolverse. Mientras, déjense de gilipolleces provocando por twitter con indirectas y sandeces, que tanto defender el sevillismo como familia, y lo que nos gusta luego lanzar darditos a diestro y siniestro.

Y un consejo: no os desviváis tanto por defender la presunta inocencia de una persona, sea el presidente del Sevilla o sea Mahatma Gandhi, que parece Del Nido el padre de algunos, joder...

domingo, 18 de diciembre de 2011

Dèjá vu (2-6)

No se me ocurre mejor título para la crónica del encuentro que enfrentó ayer al Sevilla frente al Real Madrid en el Ramón Sánchez Pizjuán y que se decantó de forma clara para el conjunto merengue, puesto que el resultado fue un abultado 2-6.

Para empezar, en cuanto al juego volvió a ocurrir lo mismo que en el Ciutat de Valencia, en mi opinión: el Sevilla jugó mejor que otros días, pero ello no quiere decir que haya jugado bien. Dije el día anterior al partido en NeoFm que para mí, jugar bien no es sinónimo de bicicletas, taconazos y sombreritos; sino mover el balón con criterio entre los diez jugadores de campo que conforman un equipo y estar correctamente situado sobre el terreno de juego. Y vista la sencillez con la que el Real Madrid daba pases a la espalda de los defensores sevillistas y la enorme cantidad de balones que los hispalenses entregaban al rival en los primeros cincuenta metros, el Sevilla No jugó bien.


Le pregunté a Marcelino García Toral en rueda de prensa si le preocupaba que los errores que parecían ya subsanados, como esas entregas de balón en campo propio y la facilidad con que a la defensa le ganan la espalda, volviesen a aparecer. Tres de los seis goles del Real Madrid fueron por mano a mano entre un jugador "rojo" ayer (por cierto, una maravilla la equipación del Real Madrid) con Javi Varas, que lleva dos partiditos preocupantes; la salida en el segundo tanto rival, de Callejón, es para hacérselo mirar.
Pasando por alto detalles como que Di María marcó el cuarto con una cabalgada desde el mediocampo, que marcó hasta Altintop, o que Clos Gómez perdonó un penalti de Javi Varas a Cristiano Ronaldo antes del final del partido (muy bien en líneas generales el colegiado, ya que tuvo un encuentro bastante complicado), me pareció lamentable como ningún defensor salió a tapar el disparo de Cristiano en el tercer gol, puesto que quien estaba preparando la pierna no era Amunike, sino probablemente el mejor lanzador del mundo en la actualidad. Creo que todos, cuando esa pelota salió del pie del portugués, sabíamos que la iba a clavar en la escuadra.

Imagino que en el mercado invernal se realizará más de una incorporación para solucionar la gran cantidad de problemas que tiene el Sevilla Fútbol Club de la primera mitad de la campaña 11/12. Me dijo Marcelino que en lo que menos piensa ahora es en fichajes, pero me parece a mí que debería ir haciéndolo ya porque hacen falta más de uno, y de dos...

Por último, escribí un tweet antes de irme al Sánchez Pizjuán pidiendo que no hubiese golfos que la liaran ni en la grada ni en el césped. Salvo dos tonterías de los salvajes de siempre, como las payasadas de Pepe en preferencia tras la expulsión, o los subnormales que le cantaron al portugués eso de "asesino", sabiendo que eso no hace más que perjudicar al club que, supuestamente, tanto quieren (si es así, ¿por qué hacen contínuamente cosas que lo único que aportan son problemas?), apenas hubo incidentes.

Pasó el Madrid por encima del Sevilla una vez más, con exactamente el mismo resultado que el año pasado. Los 30.000 aficionados que estábamos ayer en el estadio tuvimos un "dèjá vu" masivo que, seamos realistas, se veía venir.

miércoles, 14 de diciembre de 2011

Y dale con la cantera


Reconozco que no suelo seguir al filial del Sevilla porque los domingos por la mañana prefiero hacer otras cosas más provechosas o, para que engañarnos, dormir hasta la una de la tarde porque me recojo tarde el sábado por la noche. Haciendo honor de la fama de exagerados que tenemos por esta tierra, cuando un jugador de la cantera hace buenos partidos en Segunda B, ya queremos que sea titular en el primer equipo, y poco falta para pedir que vaya a la Selección Española. No digo que el Sevilla tenga mala cantera, ni mucho menos, pero tampoco es La Masía; y de Segunda B a la Liga BBVA hay mucha, muchísima diferencia.

¿Adónde quiero llegar con esto? Como no sigo al filial y he escuchado hablar de José Gómez Campaña como si fuese Johann Cruyff, el martes esperaba ver al chaval haciendo maravillas ante un equipo tan flojito como el San Roque. No digo que sea mal jugador, en absoluto; pero se le dio una muy buena oportunidad para demostrar su calidad y la desaprovechó. Y dado que he dicho en más de una ocasión que corremos demasiado con los futbolistas que llegan desde abajo porque al tercer partido ya queremos hacerlos los sucesores de Maradona, pues me puse a escribir de cachondeo en twitter sabiendo que otros muchos me seguirían la corriente. Lo que no esperaba (pero tampoco me sorprendió por la cantidad de sevillistas con espíritu de héroe romano que hay en la afición) es que alguien se lo tomase tan en serio como para acostarse escribiendo sobre el tema y levantarse al día siguiente comentando en la blogosfera sobre lo mismo.

Yo escribí una serie de tweets sobre Campaña, todos de coña, y el primero fue éste:

A lo que mi compañero Manu de los Santos responde:

Pues menos mal que no entraste, tío: después me dedicaste cuatro o cinco tweets como éste, y bonitas palabras en tu blog como "iluminado" (¿a qué me suena?), o a la mañana siguiente en un comentario en Sevillista de Pilas.

Repito que me parece perfecto criticar al entrenador del Sevilla porque cuenta muy poco con la cantera, puesto que es cierto. Lo que estoy expresando aquí es que se endiosan demasiado pronto a los chavales jóvenes, los ponemos que parecen que van a ser la solución a los problemas y luego saltan al campo con tanta presión que no hacen absolutamente nada.

Me ocurrió no hace mucho algo parecido también con Manu de los Santos, cuando comparé a Bernardo (ahora en el Racing) con Dabo (en el Lyon) porque el canterano se tragaba muchos balones y fusioné a ambos jugadores en uno: "Dabernardo". Aún no entiendo por qué mi compañero se sintió terriblemente ofendido por aquello, y tampoco ha tratado de explicármelo porque imagino que la explicación tampoco me parecería coherente. Además, es curioso que, en principio, fue Bernardo el que salió perdiendo en la comparativa, y ahora Dabo está jugando en un equipo mejor que Bernardo. Es que no comprendo esa defensa en plan mosquetero a un futbolista, cuando a esos mismos futbolistas los aficionados les importamos muy poquito (me lo reconoció un ex-futbolista de Segunda División que se retiró hace poco para dedicarse a la comedia porque odiaba la falsedad que vivía día a día).

Estamos con lo mismo de siempre: un tío puede soltar serpientes por la boca al hablar de la afición del Sevilla, que es la que sufre por su equipo (y paga); mientras que otro, en este caso yo, si digo alguna tontería de coña sobre un jugador al que le importamos una mierda, soy maligno, un iluminado, etc.
Tal vez sea porque no tengo un blog en el que peloteo constantemente a los que mandan en el club, porque no dedico mi vida a buscar cagadas en la prensa para tratar de eliminar a la competencia, o porque mi cuerpo no está rodeado por un halo de luz ni tengo una aureola en la cabeza que me permite guiar al sevillismo hacia el camino correcto; vete tú a saber...





martes, 13 de diciembre de 2011

Definición de "deporte"

Lejos de ser original, voy a comenzar el post aportando la definición de un término que me dará pie al resto de la entrada.

Según la R.A.E., "deporte" es una actividad física, ejercida como juego o competición, cuya práctica supone entrenamiento y sujeción a normas; o una recreación, pasatiempo, placer, diversión o ejercicio físico, por lo común al aire libre.
Si además buscamos sinónimos, aparecen palabras como diversión, entretenimiento, juego, ocio, pasatiempo...

Por si alguien lo duda, busco también la definición de "fútbol": es un deporte de equipo jugando entre... ¡¡¡¡me da igual entre quienes jueguen!!!! Me basta con el principio.
Concluímos, por tanto, que el fútbol es un deporte. Parece una tontería (y lo es), pero a veces a la gente se le olvida. Tal y como vemos en las definiciones, están presentes términos como "pasatiempo, placer, diversión, entretenimiento..."; es curioso que no aparezcan otros como "salvajes, faltas de respeto, insultos, violencia, incitación..."

Todo esto viene a cuento de que, una vez más, por expresar lo que me da la gana, a pesar de que lo hago de forma respetuosa, me llaman "gilipollas". Ocurrió tras el término del encuentro del Betis frente al Valencia, cuando escribí un tweet elogiando la garra que los verdiblancos pusieron en el partido. Hubo quien me mencionó y me lo dijo "a la cara", pero también quienes lo hicieron indirectamente para demostrar a sus seguidores que son muy... algo.

Sinceramente, me da absolutamente igual que me insulten o me intenten provocar; es algo que no me afecta lo más mínimo en lo personal. Sí, sin embargo, me preocupa por lo que me gusta el fútbol, pues esa misma gente que no sabe respetar las opiniones de los demás y cuyo único argumento es el insulto, intentando así estar siempre por encima de aquellos con los que no está de acuerdo y cobrar protagonismo, es la que se carga este deporte. Digo más, es la que está consiguiendo que el fútbol cada vez parezca menos un deporte.




Que sí, que hay gente que se toma el fútbol muy en serio y lo entiende como un sentimiento y demás. No lo critico en absoluto, pero tomárselo tan a pecho no creo que sea igual a insultar a cada momento al jugador del equipo rival. Aunque esto tampoco es para tanto, pues hemos llegado a un punto en el que el jugador está completamente acostumbrado a que se caguen en su puta madre. Lo que ya no es razonable, y sí me parece muy grave, es entonar cánticos como " ... muérete, ... muérete" o lanzar objetos a los deportistas. He puesto la foto del botellazo que recibió Casillas en el Sánchez Pizjuán porque lo vi en directo, y luego incluso llegué a leer cosas como "que le den por culo", únicamente por haber ganado su equipo.

Salvajes como estos hay en todos sitios, y lo peor es que cada día hacen más ruído. Los que llaman gilipollas a una persona por no estar de acuerdo con ella, seguramente serán esos que ven correcto que la hayan abierto una brecha a un linier con un paraguas sólo porque les anuló un gol injustamente, o que le lancen una botella a un portero que evitó un gol de su equipo. Como digo, salvajes, gente que no da para más.
Ya escribí hace tiempo que me parece increíble el hecho de que haya quienes consideran inferior en inteligencia a una persona sólo por ser del equipo rival de una misma ciudad. Por favor, ¿no nos damos cuenta que al fin y al cabo estamos hablando de ser aficionado de un equipo u otro?

Son muy tristes esas personas que viven insultando contínuamente y que darían su vida por un equipo de fútbol. ¿No tienen más que hacer? Lo gracioso es que tras tirar la botella agachan la cabeza y se van del estadio; o incitan a la violencia y ven correcto que le peguen a un aficionado del equipo contrario, pero cuando después hay una pelea cerca se cagan encima.

Al menos es gracioso cómo a veces esos que prefieren insultar y ver a un jugador rival romperse una pierna a disfrutar de un buen encuentro, tiran su dignidad por los suelos y parecen ser borreguitos a los que se les conquista con una "cucamona": recuerdo cuando Darío Silva jugaba en el Málaga y era uno de los jugadores más odiados en el Sánchez Pizjuán. En cambio, luego fichó por el Sevilla, dijo dos palabras bonitas en rueda de prensa, y todos querían darle besitos en la calva.

A mí el fútbol me gusta como deporte que es. Y como buen amante de esto me encanta ver un Sevilla-Betis con amigos béticos, y me parece correctísimo que si marca su equipo salten y griten, pues es lo mismo que haría yo. Un poco más de respeto y educación hace falta, porque si el fútbol es refleja lo que es la sociedad actualmente, da mucha vergüenza.

domingo, 11 de diciembre de 2011

Como niños chicos (1-0)

Tras dos jornadas consecutivas ganando, el Sevilla Fútbol Club cae derrotado en el Ciutat de Valencia por la mínima ante un flojito levante gracias a una jugada propia de patio de un colegio de primaria en la segunda mitad.

Para empezar, no sé qué ideas tiene Marcelino garcía Toral, técnico sevillista, en la cabeza. Cada encuentro el once inicial sale colocado de una forma diferente en el terreno de juego. Me parece muy triste que un equipo que intenta clasificarse para la Liga de Campeones juegue con un sólo punta que se pelea con el resto del mundo por llevarse la pelota. No critico el hecho de jugar con un sólo delantero, sino que los demás futbolistas del equipo estén tan lejos del goleador. Es normal la falta de gol del Sevilla puesto que Negredo tiene el compañero más cercano a veinte metros.


Tras una primera parte flojita por parte de ambos conjuntos y con poco que contar, llega la segunda en que se produce la jugada tonta del partido, que además es clave: saque de esquina del Levante que cabecea Ballesteros en el segundo palo, saca Negredo bajo palos y deja a Javi Varas que se haga con el cuero, pero al guardameta le entra el miedo de recibir una patada y se pone a mirar el balón como si estuviese persiguiendo un ratoncito. Entre eso, se mete Juanlu por medio para empujar la pelota y poner el único gol en el marcador. No alcanzo a comprender cómo un portero puede tener miedo a la hora de lanzarse a detener un balón. He llegado a leer que ha sido fallo también de Álvaro Negredo, pero bajo mi punto de vista el error es tan sólo del portero, pues él es quien manda en el área pequeña.

Se ha hablado de un buen partido del Sevilla, pero yo no lo veo así. Es cierto que ha jugado MEJOR que el Levante, pero eso no quiere decir que haya jugado BIEN. Como suele ocurrir para desviar la atención cuando se notan las carencias propias de una planificación a medias, hay aficionados sevillistas que vuelven a sacar a la luz el debate del "resultadismo" y de "jugar bien es una tontería". No se han enterado todavía que todos queremos ganar, pero pedimos buen juego porque, normalmente, así llegan las victorias. Y el que me diga que eso no es así, está mintiendo puesto que lo han demostrado la inmensa mayoría de los equipos campeones: el Sevilla de Juande, el Barça de Guardiola, la España de Del Bosque, el Manchester de Ferguson... ¿sigo? Además, ¿por qué hay que elegir entre ganar y jugar bien? ¿Acaso son opuestos? Es un debate absurdo que, como digo, sólo sirve para desviar la atención de una planificación a la mitad y evitar así hablar de los responsables de la misma.

Tampoco es razonable, y es también fruto de esa media planificación, es que el último cambio del Sevilla siempre sea Emiliano Armenteros. Nuevamente para no hablar de los intocables, se culpará a Marcelino por no sacar a otro futbolista; pero la culpa la tiene quien no aporta al entrenador un jugador atacante de garantías. Y que conste que Marcelino no me está convenciendo lo más mínimo, pero el primer culpable de la decadencia de este Sevilla no es él.

Durante esta semana les dedicaré un post a los simpáticos neanderthales que me han llamado "gilipollas" por twitter tan sólo por decir que el Betis le ha puesto huevos a su partido frente al Valencia, cosa que no ha hecho el Sevilla contra el Levante. Vidas interesantes que tienen, que insultan a los demás por fútbol. De estudio...

miércoles, 7 de diciembre de 2011

Cambio en el blog (otro más)

Siguiendo con el incomformismo con el que llevo desde que hice este blog en cuanto a su contenido y apariencia, voy a probar a mezclar el tema del fútbol y la comedia. Crearé pestañas en la parte superior del blog que lleven a páginas en las que aparezca la biografía, enlaces, imágenes, etc. En cuanto a esta página que estáis leyendo, la principal, cada post llevará una etiqueta para diferenciarlo de si es deporte o comedia.

Como tampoco hay prisa, desconozco cuando lo tendré acabado. Pero espero vuestras opiniones en los comentarios.