domingo, 24 de octubre de 2010

Nace un futbolista: Sevilla 4 - 3 Athletic

Partidazo como hacía tiempo que no veíamos el que se ha marcado hoy el Sevilla Fútbol club frente al Athletic Club de Bilbao. Felicitar también al conjunto vasco porque ha sido uno de los mejores rivales que han pasado por el feudo sevillista en los últimos meses; no ha puesto las cosas fáciles en ningún momento y pocas veces se ve a un equipo que no baja los brazos ni con una desventaja de tres goles a falta de 20 minutos.

Centrándome en el equipo hispalense, comenzó el encuentro algo perdido sobre el terreno de juego, pero apenas pasaron 15 minutos, tomó el control del juego durante el resto del partido, exceptuando tramos puntuales. Todo lo que se ha propuesto hacer esta tarde/noche el equipo sevillista sobre el terreno de juego lo ha conseguido. No puedo negar que ha tenido un puntito de suerte que es indispensable para ganar partidos como el de hoy, pero, como digo siempre, la suerte la tiene quien la busca.




La expulsión de Fernando Navarro, evitable por parte del jugador sevillista que con un 3 - 0 no debería haber hecho la falta, puso las cosas un poco más fáciles a los leones, pero aún así el encuentro estaba muy cuesta arriba para los chicos de Caparrós. Llegaron a poner el 3 - 2 en el marcador en apenas 10 minutos, pero un expectacular pase de Romaric desde la frontal del área dejó cara a cara a Negredo frente a un porterazo llamado Gorka Iraizoz y, en la caída del sevillista junto al guardameta y un defensor, éste último golpeó al balón con la mano de forma involuntaria, pero evitó que el goleador vallecano llegase al balón para poner más tierra de por medio. Penalty clarísimo que Kanouté materializó de forma magistral. La jugada es un poco polémica: la pena máxima no tiene discusión, tal vez sí la forma en que Álvaro Negredo se lleva el esférico, pues levanta en exceso la pierna y se lleva por delante tanto a Gorka como al defensa bilbaíno. Por contra, el colegiado del encuentro, Clos Gómez, pudo haber expulsado a Fernando Llorente por un posible manotazo a Renato. Un arbitraje muy justito en un partido que el propio juez se complicó, por ambas partes.

Destacar del equipo sevillista a jugadores como Negredo, que pudo marcar un gol de los que te hacen llevarte las manos a la cabeza cuando se fue de un defensor con la cabeza y disparó desde 50 metros al ver al portero vasco adelantado; también dio algún que otro pase muy bueno. Pero, en especial, destaca el partido realizado por el costamarfileño Ndri Romaric.



Hemos tardado casi tres años en ver destacar por encima de los demás a este futbolista. A mi me sigue teniendo que demostrar muchísimo más, pues lo sigo viendo muy lento en el toque de balón y muy limitado cuando le presionan levemente; pero si sigue en la línea del partido de hoy, puede hacer cosas muy interesantes en este Sevilla. Hoy, por definirlo en una palabra, ha sido un espectáculo.

Una contínua exhibición de pases milimétricos al pie del compañero que miraba, que a mi me ha hecho recordar al mejor Juninho Pernambucano o al mejor Pirlo. No es casualidad que el Sevilla haya marcado hoy cuatro goles, pues en todos ha participado, de una forma u otra, el Romaric más participativo que he visto desde que llegó a la ciudad. En especial, el tercer gol de los sevillistas es una maravilla: un pase del "gordito" a Luis Fabiano, que hace un movimiento de desmarque sólo visto por el costamarfileño, y una definición exquisita del "10" sevillista.

Lo negativo del partido, la tardanza del entrenador en realizar los cambios. No tanto como Antonio Álvarez, pero sí que los ha pospuesto en demasía, al menos desde mi punto de vista. También la excesiva confianza de los jugadores al pensar que el partido estaba totalmente sentenciado, algo normal cuando vas ganando por tres goles, pero los partidos duran 90 minutos y hoy, por poco te llevas un disgusto.

Tan sólo espero que Romaric siga jugando la mitad de bien que hoy, pues eso sería mucho. Merece la pena volver a ver el encuentro nada más que por mirar los pases del futbolista uno tras otro. Ojalá que no haya sido sólo hoy y que se haya centrado definitivamente. Espero que no celebre su magnífica actuación con un fiestazo como a él le gustan, o al menos, le solían gustar, porque hoy hemos visto nacer, por fin a este futbolista. En la noche de hoy sí te mereces un aplauso, Romaric. Y, mientras lo sigas haciendo de esta forma, yo me levantaré del asiento para reconocer tu entrega, como hemos hecho muchos hoy.

lunes, 18 de octubre de 2010

Volvemos a las andadas

Ayer se disputaron la mayoría de los partidos correspondientes a la 7ª jornada de la Liga BBVA. Aún falta por disputarse un encuentro; será hoy entre el Hércules y el Villarreal.

En el día de ayer, el Sevilla cayó derrotado en el Molinón ante el Sporting de Gijón por dos goles a cero. Paupérrimo partido de los de Manzano. Le salió bien el experimento de Romaric y Renato en la medular el día del Atlético de Madrid. No lo critiqué hace quince días, como tampoco lo hice ayer. Pero vuelve a demostrarse que Renato no es el que era antes y que Romaric no es tan malo, pero su calidad es insuficiente para las aspiraciones de este club. Se seguirá diciendo que no es tan escaso técnicamente y que ha sido un acierto de la secretaría técnica, pero lleva aquí tres años y aún no lo ha demostrado. Pero es lo de siempre, no se puede pensar que Monchi se ha equivocado con este jugador, pues sería otro más en una lista de varios fallos en los últimos años.

No pido que cesen a Monchi ni nada por el estilo, pero sí que cambie la forma de hacer las cosas. Ya lo dije en otro post y lo repito en este: desde el club y discursos de directivos, se nos ha hecho creer que los aficionados nos habíamos vuelto particularmente exigentes, e incluso se inventaron un concepto para "ilustrarlo": "aficionados mestallizados". Y a mi parecer, los primeros acomodados son los máximos mandatarios del Sevilla Fútbol Club. Es indudable que el equipo ya no es el que era y ahí están los números y el juego para demostrarlo. Que no nos cuenten "milongas" diciendo que no dejamos trabajar. No se han hecho los deberes en cuanto a incorporaciones e innovación en la plantilla. Los jugadores son muy buenos, pero cada vez tienen más años y eso pasa factura.



Para mi este hombre de arriba, que sale en la imagen con una cara de felicidad que me dibuja una sonrisa en la cara, no tiene ninguna culpa. Ha demostrado en incontables ocasiones ser un grandísimo entrenador, que sabe lo que hace y dice las cosas claras. Pero claro, si le pones a su disposición una plantilla de mitad de tabla, el equipo quedará en la mitad de la tabla. Probablemente exagere un poco, pero veo a otros equipos más fuertes que el Sevilla, como el Atlético de Madrid, el Valencia y el Villarreal. De momento, según mi opinión, sólo queda libre el sexto puesto para entrar en Europa, y eso sería volver a dar un paso atrás. Ojalá no sea así.

Como crónica del partido frente al Sporting, destaco la escrita por Paco Cepeda en www.muchodeporte.com, titulada "Muy vivo tampoco se le ve"

El Sevilla de Antonio Álvarez estaba muerto. Lo dijo José María del Nido. El presidente creía, y cree, que esa defunción se debía a un médico novato que tuvo que operar a corazón abierto con conocimientos justitos para apenas recetar aspirinas. Efectivamente, el especialista no gustaba ya a nadie. Hoy el Sevilla tiene un galeno que ha trabajado en muchos hospitales, que no se cuestiona para nada y al que se le han dado los ayudantes que ha pedido. Pero al enfermo se le ven síntomas parecidos, después de esa mejoría que muchas veces se le observa a los enfermos que están muy malitos antes de la recaída mortal. Digan lo que digan los cantamañanas recogidos y los estómagos agradecidos, que para eso están, esté Sevilla tiene un problema de jugadores, porque se ha ido firmando mal en los últimos tiempos. Monchi no quiere escuchar eso, incluso no quiere dar la cara en los sitios donde se le dice eso alto y claro, pero la verdad es ésa y si no quiere escucharla que se tape los oídos bien tapaditos.

Y el resultado es que cuando los buenos de verdad tienen un buen día, pues el Sevilla se parecerá al de las grandes tardes, pero lo normal, lo más lógico, es que futbolistas mediocres firmen más partidos malos que buenos. En Gijón, ante un animoso Sporting, se trató de jugar a la pelotita, pero sin la intensidad necesaria. No se dominaron para nada las áreas, y eso en la élite es mortal de necesidad. Las ocasiones se repartieron, pero atrás el Sevilla cometió errores y arriba faltó puntería. Al Sporting no le pasó ninguna de esas cosas.

Escudé y Fernando Navarro fatal. Este Sevilla no puede prescindir de Martín Cáceres excepto que no pueda dar un paso por cansancio o lesión. Romaric y Renato, sin ser los grandes culpables del día, son blanditos, muy blanditos. Sin Kanouté, porque Manzano, con el manual de diplomacia en la mano, quiso ganarse para la causa a Luis Fabiano sin castigar a Negredo; los medios, y el equipo en general, son peores, tanto en la suma como en la resta. Sin un majestuoso Kanouté, los defectos se multiplican.

Pese a todo, con algo de suerte y puntería, el resultado pudo ser otro, pero un Sevilla grande no aceptaba intercambio de golpes con el Sporting. Un Sevilla grande, con futbolistas buenos de verdad, se dejaba dar algún golpe menor pero para noquear a un rival que se faja sin más. Hoy hay una nueva realidad que habrá que aceptar porque es lo que hay. Los que tienen que verlo quieren cerrar los ojos. Ellos sabrán.


Estoy totalmente de acuerdo con el periodista. No sé si será bético o sevillista, si es cierto que quiere "destruir el proyecto de Del Nido" o si es él quien inició la Revolución Francesa, lo que sé es que en esta ocasión lleva toda la razón del mundo. Siguiendo con el símil "sanitario", puedes tener el mejor médico del mundo, pero hay enfermedades que no las puede curar un doctor. Y ese, para muchos , entre ellos yo, es el caso del Sevilla.

Como ya he dicho antes, es cierto que habrá quienes traten de maquillar la verdad imponiendo la suya, y otros les creerán. Pero creo que lo que pasa en el Sevilla es cada vez más evidente: queremos que entre mucho dinero, pero queremos que salga poco. Muy buena filosofía, pero no da frutos.

Vuelvo a acordarme de futbolistas que no están en la plantilla, como Afellay o Borja Valero. Éste último no está en el Sevilla porque no le dio la gana a la directiva, y no porque él no quisiera venir. Así lo ha afirmado Monchi en una entrevista para AS:

Este año se les ha escapado Borja Valero...

Nosotros hacemos valoraciones y marcamos unas pautas, unos límites. En el caso de Borja fue así y no creímos conveniente pagar lo que pedían. Llegó el Villarreal y sí lo hizo.


A mi parecer, es un poco triste que el Villarreal haya sido capaz de llevarse a este magnífico futbolista, siendo un equipo de pueblo (con todos los respetos). Y el Sevilla, no. Por medio millón de euros no juega de blanco. No querer poner 500.000 euros encima de la mesa para fichar a un grandísimo futbolista, a mi me parece de una absoluta prepotencia.

Sin ir más lejos, ha sonado esta semana para el equipo hispalense Diego Castro, autor del segundo gol (¡¡¡golazo!!!) del Sporting ayer. También lleva varios añitos demostrando su calidad este futbolista y está al alcance de la mano. No es necesario irse a Kazajistan a ojear jugadores para ficharlos.

Y ahí está Ibrahim Afellay, otra máquina de hacer fútbol que siguió el club este verano y que por 8 millones (lo que se pagó por Romaric o Mosquera) no está aquí.

Sólo espero que la situación vuelva a cambiar y seamos, aunque sea, la cuarta parte del Sevilla que entrenaba Juande Ramos. Porque este equipo, a día de hoy, es otro completamente diferente y no precisamente a mejor.

martes, 5 de octubre de 2010

Vuelve el Fútbol. Sevilla 3 - 1 At. Madrid

Me da un poco de pereza llevarme media hora o más delante del ordenador escribiendo para actualizar el blog. Pero hay que cumplir con los lectores. Y, como no tengo lectores, escribo mi crónica del partido que enfrentó al Sevilla y al Atlético de Madrid casi tres días después del mismo.

Fue algo raro acudir al Sánchez Pizjuán un Domingo a las cinco de la tarde. Hacía bastante que no veíamos un partido en Sevilla en dicho momento del día. Y, tal vez por eso, y porque el rival era un muy buen equipo, mis impresiones para el encuentro no eran muy buenas. Es cierto que Quique Sánchez Flores no pudo contar con jugadores importantes como Reyes o Aguero, además de una pieza fundamental en la zaga colchonera como es Godín, pero aún así este Atlético, el de la temporada 2010/2011, tiene armas suficientes para disputar la tercera y cuarta plaza de la Liga BBVA.

De entrada, me sorprendió sobremanera la alineación del Sevilla. No recuerdo cuál fue el último encuentro en que jugaron juntos en el centro del campo Renato y Romaric. Encontré la decisión de Gregorio Manzano algo atrevida, pero no la critiqué. El nuevo técnico del Sevilla Fútbol Club es de las pocas personas que me inspira algo de confianza dentro de la entidad. Ha demostrado en innumerables ocasiones su sapiencia futbolística y no es llamado "El Profe" por casualidad. Como muestra, el Mallorca de la temporada pasada, cuya plantilla estaba formada por jugadores que no cobraban pero que se "partían la boca" en cada partido. Y dio sus frutos: el equipo quedó quinto, plaza que le daba pleno derecho a disputar la Europa League esta temporada. Desgraciadamente, los problemas internos impidieron que el conjunto mallorquín forme parte de la competición.



Además, para su primer encuentro como técnico sevillista en Liga alineó a dos delanteros. Kanouté, por mucho que ayude a distribuir el juego, se posiciona más cerca del área que de la medular. Y eso, para mí, es un delantero. Un debate muy manido últimamente por los aficionados sevillistas, y que a mi parecer no existe. El Sevilla grande fue el que jugó con dos delanteros. Claro que en ocasiones puntuales puedes y debes modificar tu esquema de juego, pero has de tener uno claramente definido. Y espero que Manzano se decante por el 4-4-2.

Por otra parte, la alineación del Atlético fue más o menos la que esperaba, ya que contaba con importantes bajas que ya he mencionado antes. Aún así, me sorprendió sobre todo la poca valentía que mostró Quique en las jugadas de ataque. Ujfalusi, un jugador a mi parecer un poco "burro", pero que es uno de los laterales más peligrosos de nuestra liga cuando se incorpora al ataque, apenas sobrepasó el centro del campo. Y eso que Diego Capel no fue de los más destacados del Sevilla, aunque sí cuajó un buen partido. También vi a un Forlán un poco escondido, algo que el conjunto rojiblanco nota muchísimo, evidentemente, a peor. Tan sólo intentó participar un poco cuando el resultado era de 3-0.

En cuanto al juego, se vio un Sevilla muy distinto de lo nos tenía acostumbrados desde hace bastantes partidos. Por fin cuenta el equipo con un entrenador de verdad y que puede sacar todo el jugo a una plantilla que, en mi opinión, se antoja algo corta para las espectativas de la entidad. Me seguiré acordando toda la temporada de que tuvimos la oportunidad de disfrutar en el Sánchez Pizjuán de un jugador como Borja Valero. Un crack. Estoy seguro de que formaría parte del plantel sevillista actualmente si Manzano hubiese sido el técnico durante el período de fichajes.

Destaco a un Renato rejuvenecido, el jugador con más calidad técnica del conjunto nervionense. Cuando está participativo, el juego del equipo mejora infinítamente. Resaltar también a un Romaric mucho más "aplicado", pero que todavía tiene mucho que mejorar. Me sigue pareciendo muy lento a la hora de pasar el balón. Dice mucho a su favor que siempre intenta jugar cada pelota con sentido, pero ello le hace tardar 4 ó 5 segundos para tocarla. Y, finalmente, a un Negredo que sigue demostrando por qué destacó en Almería, donde se destapó como uno de los mejores delanteros del país.

En mi opinión, creo que Manzano hará jugar a este Sevilla en más ocasiones. Y eso sería una gran noticia. Puesto que el Sevilla ha sido uno de los equipos que mejor ha jugado al fútbol en la última década, junto con el Barcelona. Y fue con un entrenador que también tenía las ideas muy claras, al igual que Gregorio Manzano. Espero que siga haciéndonos disfrutar y lo del Domingo no fuese un espejismo fruto del deseo que tenemos todos los sevillistas de volver a ser un equipo grande, de los de Champions.