Poco más que decir de los últimos dos partidos disputados por parte del Sevilla Fútbol Club que lo escrito en el título del post, pues en ambos encuentros un equipo pasó sobradamente por encima de su rival.
En el Nou Camp, el Sevilla fue dominado a placer desde el minuto 1 por el mejor equipo de la historia de este deporte. Cada día me gusta más el juego del Barcelona. Se nota muchísimo cuando Xavi está sobre el césped y cuando no lo está, pero aún así nadie hace fútbol como el Barça, ni lo hará jamás. Por parte de los hispalenses, tan sólo destacar un poco, una vez más, a Martín Cáceres.
Por otro lado, el partido frente al Karpaty Lviv (tiene nombre de cantante pop) fue muy similar al que se disputó en tierras catalanas, pero con diferentes actores y papeles: esta vez fue el Sevilla el que pasó como un rodillo por encima de su oponente. Un oponente, todo sea dicho, de los más blanditos que han pasado por la ciudad de Sevilla en muchos meses. Otra vez más hemos podido ver a un espectacular Negredo dando pases sorprendentes para un delantero, además de una exhibición de definiciones dignas de recordar, como la que posibilita a Alfaro marcar el 3 - 0 para los hispalenses, en la que el jugador madrileño pica el esférico por encima de dos defensas para que el portero haga la estatua; lástima que la repeliese el largero.
Creo que poco más se puede decir de un encuentro cuando el resultado final es tan claro y abultado para uno de los dos equipos.
Barcelona y Sevilla han dejado muy clara una regla no escrita en este mundo del balompié: jamás, sin excepción, tengas piedad con tu oponente. En el fútbol gana el que marca más goles que el contrario y, cuantos más, mejor.
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