Como ya se ha dicho en más de una ocasión, es la primera vez en la historia que el Sevilla encaja seis goles en su propio estadio. Y visto lo visto ayer, no me extraña. Jamás había visto una defensa tan incompetente como ayer, porque el tercer gol del Real Madrid que marca Kaká es vergonzoso. Es intolerante que futbolistas de primera división no sepan colocarse y corran detrás del balón como si estuvieran disputando un partido en un patio de colegio.
En cuanto al entrenador, desde Juande Ramos no ha tenido el Sevilla un técnico que no deje duda alguna. Manzano ilusionaba, pero ha defraudado; Álvarez no consiguió hacerse con el equipo; y Jiménez, por muchos resultados que cosechase, se le quedaban grande los momentos importantes (Bilbao, Sampdoria, Athletic, CSK, Fenerbahçe...). Además, aunque haya aficionados que no respeten esta opinión, pienso que Jiménez podía sacar mucho más del equipo en cuanto a juego, y era lo mínimo que se podía pedir tras la subida injustificada del abono. Es mi opinión, y me da igual que algunos me cataloguen como les dé la gana, con esa moda que han instaurado en el sevillismo de evaluar a cada aficionado.
Como también eh dicho otras veces, la máxima responsable de esto es la directiva, al igual que cuando lo hace bien. Y no veo mal todo lo que hacen: aplaudo el fichaje de Trochowski, aplaudiría aún más si el año próximo nuestro nuevo míster es Marcelo Bielsa; y reconozco que es la mejor directiva de la historia. Pero no se puede vivir siempre de los títulos conseguidos hace varios años. Creo que poca gente duda de que el equipo ha ido empeorando con los años y, aunque algunos culpen de esto a los aficionados, los fichajes de Romaric, Alexis, Mosquera, Dabo, etc no han sido culpa de los sevillistas. Parece ser que, por fin, se pondrán las pilas para el año que viene, después de tres años sabáticos, el Sevilla vuelva a ser un equipo competitivo.
Esta afición se merece otro trato y más aún después de espectáculos como el de ayer. Con el bochornoso resultado que reflejaba el marcador, el estadio no paró de cantar. Me parece muy mal que haya gente que después de lo de ayer recuerden el "incidente" (no sé si llamarlo así) del día del Sporting entre los aficionados. Eso es tener muy mala leche.
Por último, siempre tiene que haber algún gilipollas salvaje que estropee este deporte. El autobús del Madrid terminó apedreado por unos cuantos subnormales que jodiendo el autobús del rival se creen más sevillistas que nadie.
PD: Ocurrió también en otros estadios, pero, ¿por qué no se guardó un minuto de silencio por Seve Ballesteros?
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