viernes, 11 de marzo de 2011

Partido intrascendente... a priori

Dentro de poco más de 48 horas el mejor conjunto de la historia del fútbol, el F.C. Barcelona, pisará el césped del Ramón Sánchez Pizjuán con el objetivo de llevarse otros tres puntos que lo acerquen aún más a un nuevo título de Liga, mientras que el Sevilla, por su parte, quiere conseguir la victoria y tener un poco más cerca disputar la Europa League la temporada que viene, ya que el objetivo marcado a principio de temporada es ya casi una utopía.

Y más utopía aún si el próximo rival es el Barcelona de Pep Guardiola. No voy a engañar a nadie: iré el domingo al estadio con la idea de que vamos a salir derrotados del encuentro, y no me extrañaría para nada salir vapuleados nuevamente por los azulgranas, sobre todo por los fallos defensivos que volvieron en San Mamés. Sin embargo, hemos visto cosas muuuuuuuy raras en el mundo del fútbol y no sería la primera vez que se da una sorpresa. Sí es cierto que lo veo harto complicado, pues no es Guardiola un técnico que salga confiado a jugar los 90 minutos, pero habrá que confiar, aunque sea lo más mínimo.



Por último, sea cual sea el resultado y el minuto del encuentro, yo y muchos otros nos levantaremos de nuestro asiento si son sustituídos hombres como Messi, Xavi o Iniesta. Además del enorme mundial que nos dieron las dos almas de la selección española este verano, los tres futbolistas que acabo de nombrar pasarán a la historia de este deporte, sin lugar a dudas. Cuando me preguntan por qué les aplaudo, si no son de los míos, siempre respondo igual: el fútbol, bajo mi punto de vista, es un espectáculo en el que compiten once tíos de un equipo contra otros 11 del rival. El objetivo de ambos conjuntos es ganar el partido y ofrecer un buen espectáculo, como lo que es, para que la gente se divierta. Y aunque mi equipo no esté jugando, pierda o gane, si hay un jugador del conjunto rival que me ha hecho disfrutar viendo cómo juega, yo siempre me levantaré para reconocérselo, lleve la camiseta que lleve.

Lo hice con Sergio Canales cuando él solito le solventó el encuentro al Rácing de Santander. Como también lo he hecho otras veces con, para mi, el mejor jugador español de la historia, Xavi Hernández. Y por qué no, también lo he hecho con Raúl González, un histórico de nuestro fútbol ejemplo de lucha y entrega en cada encuentro.

Los de blanco son los míos, y evidentemente quiero que pasen por encima de cualquier rival en cada encuentro. Pero enfrente hay otras once personas intentando hacer que nos divirtamos. Y, bajo mi punto de vista, es digno reconocer cuando lo hacen bien, y no creo que perjudique en lo más mínimo al Sevilla.

2 comentarios:

  1. Esperemos que se produzca esa " sorpresa " de la que hablas.

    Yo, aunque sea el Barça, no puedo ir nunca a Nervión con la idea de que nos van a vapulear, pero ya digo, todo es respetable.

    1 abrazo

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  2. Yo espero que no sea intrascendente Manu. Podemos, joder, podemos. Un abrazo.

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