lunes, 17 de octubre de 2011

Hay que pedir más (2-1)


Aunque el Sevilla haya cosechado en la noche de hoy su cuarta victoria consecutiva en casa tras ganarle por dos goles a uno al Sporting de Gijón, a este equipo hay que pedirle mucho más de lo que lleva ofreciéndonos en estas siete primeras jornadas de liga (octava según el calendario). No paro de leer eso de que lo importante son los resultados, y éstos dicen que los de Marcelino han empezado la competición de forma notable. Evidentemente, no voy a negar que el Sevilla está muy bien clasificado, pero yo no me conformo con ganarle por la mínima al colista pidiendo la hora. Y no me conformo porque no veo mejoría en el equipo de una jornada a otra: se corrigen algunos errores a la vez que surgen otros.


Se temía antes de que comenzara el encuentro por la ausencia de Álvaro Negredo en la convocatoria sevillista; el único delantero puro de la plantilla. Como era de esperar, se ha notado el vallecano en la mayoría de las jugadas, sobre todo en dos balones que se han paseado por el área pidiendo a gritos que alguien los empujase durante la segunda parte.

Sin embargo, y aunque pasándolo mal en el tramo final del encuentro (con nueva mano salvadora de Javi Varas incluída), el Sevilla Fútbol Club ha sumado nuevamente tres puntos en su feudo gracias a un golazo por la escuadra de Manu del Moral en la primera mitad y a un cabezazo de Cáceres tras una falta botada por Rakitic que remata Escudé al largero, para que el charrúa recoja el rechace. Recortó distancias David Barral poco después, e inquietó el Sporting la portería de Varas, pero el marcador no se movió.

Enorme el partidazo de Piotr Trochowski, demostrando su calidad incluso por banda izquierda. Puesto, no obstante, en el que jugó gran parte de su etapa en Alemania. También gran papel de Spahic, solvente al corte y no ha dejado que le cojan la espalda en ningún momento. Por desgracia, el bosnio no podrá viajar al Nou Camp por ver hoy su quinta amonestación. Este dato sí me preocupa: de siete partidos disputados, Spahic ya ha visto cinco cartulinas amarillas. Señal de que siempre debe ser él el "apagafuegos" de la defensa, o de que se emplea a veces con excesiva dureza. Gran temporada de momento del nuevo zaguero sevillista, pero creo que ese es un detalle que debería tener en cuenta.

Por otro lado, me ha sorprendido bastante el Sporting de Preciado. Supongo que sin esperarlo, se ha encontrado con tramos del encuentro en los que el Sevilla le ha dejado el balón y, para sorpresa de muchos, sabían qué hacer con él en todo momento. Los asturianos son colistas, pero tienen las ideas más claras que muchos de los conjuntos con los que van a pelear por no descender. No es la primera vez que valoro el trabajo de Manolo Preciado: puede ser un técnico polémico y con alguna que otra declaración fuera de lugar, pero el tiempo que lleva este tío en el mismo equipo y teniendo en cuenta la vida tan dura que ha tenido, es para reconocérselo por muy mal que pueda caer.


Vuelvo a insistir en que el Sevilla debe jugar al fútbol un poco más. Entiendo que lo importante son los resultados, pero el "ultra-resultadismo" tampoco es bueno. Como suele pasar en esta afición, cuando nos da por una cosa no queremos que nadie nos hable de otra, y mucho menos que intenten sacarnos de ahí. Si algunos quieren quedarse con lo superficial, en plan "hemos ganado y punto", pues muy bien. Sin embargo, a otros nos gusta analizar un poco más las cosas, y no por pedir más juego estamos haciéndole daño al equipo.

Parece mentira que llevemos más de cinco años con esto. No es razonable que el Sevilla vaya ganando y encontrarse en twitter cosas como "si llega a estar Jiménez de entrenador, los pitadores ya estarían haciendo de las suyas" o "lo importante es ganar, que vengan ahora los del juego bonito".

Luego nos quejamos de que no hay unión en la afición... Como siempre, serán los periodistas los que escriben esos tweets y los que buscan esa desunión en el Sánchez Pizjuán.

1 comentario:

  1. Mejor arranque desde 1947, pero esto aún tiene que mejorar. No ya porque el juego aburra, sino porque llega a estar el Sporting una mijita más fino y se lleva el partido.

    Ah no, que es que queremos echar a Marcelino porque somos así de destructores, claro...

    Y la frasecita sobre Jiménez y los pitadores es extremadamente esclarecedora sobre el juego de Jiménez: los partidos del técnico del Arahal eran como éste. Por norma.

    PD: Esperemos que no se note mucho la baja de Spahic en el Camp Nou.

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