A medias en todos los sentidos (1-1)

Con el empate de hoy ante el Hannover 96, al Sevilla vuelven a estallarle en la cara los mismos errores de los últimos años y se quedará sin jugar la Europa League. De los conjuntos españoles clasificados para disputar competición europea, somos el único que se queda fuera.

El rival era de los más duros que podía tocar, pero aún así era infinítamente inferior al Sevilla. Como el Sporting de Braga el año pasado, más o menos. El problema es que te plantas ante el partido más importante de la temporada en cuanto a lo económico se refiere con la plantilla "parcheteada", haciendo aguas por varios sitios. Como con el Sporting de Braga el año pasado, más o menos. Sobre todo en defensa, toda la afición lleva varias semanas viendo de forma clara la pasividad de los centrales sevillistas y que hace falta uno urgentemente; pero no se ficha a tiempo y te ves en la ronda previa de la competición más ilusionante de las que disputas rezándole a los cielos para pasar con lo que hay. Como con el Sporting de Braga el año pasado, más o menos. Y, como con el Sporting de Braga el año pasado, te vas a casita antes de lo esperado.

No me puedo creer que después de la inmensa cantidad de palos que se ha llevado la directiva del Sevilla Fútbol Club en los últimos años, cuando llega una pretemporada en la que están haciendo las cosas bien y tienen a la gente ilusionada, dejan el trabajo a medias. ¿No han aprendido ya? ¿Cuántas veces hemos oído al presidente del Sevilla en los últimos años eso de "es un palo, pero hay que levantarse"?
El año pasado el Sevilla fue eliminado pronto en la Europa League; sin embargo, no fue un palo para nadie porque el rival que nos superó en dieciseisavos de final fue el más poderoso de los que restaban en la competición y al que todos veíamos campeón. De hecho, al final el Oporto se hizo con el título.

Pero encontrarte el estadio repleto de una afición dejándose las gargantas para animar a su equipo; afición que las pasa putas para ver a su club porque tiene que pagar el abono más caro del país; afición que el año pasado leía en su carnet "Ciudad de Champions" y a mitad de temporada su presidente le echa en cara que no somos ni ciudad ni afición de Liga de Campeones; afición que ve en el abono de este año un dibujito del mapa de Europa que le va a servir sólo para saber lo cerquita que está Marruecos de España, y caer por segundo año consecutivo ante un equipo muy inferior delante de tu gente por haber dejado los deberes por hacer, es para que a más de uno se le caiga la cara de vergüenza.

Analizando por encima un poco la eliminatoria, Marcelino no ha tenido peor forma de comenzar como técnico hispalense: recordando viejos fantasmas. Bajo mi punto de vista, el asturiano se equivoca estrepitosamente en el encuentro de ida en Alemania. Si te estás jugando el partido más importante de la temporada, ¿por qué dejas sentados a Medel y Perotti para darle la titularidad a Fazio y Armenteros? Se supone que deben jugar los mejores en cada partido, y Fazio y Armenteros no lo son, pero ni de coña.


Llega el encuentro de vuelta y es innegable que el Sevilla ha tenido bastante mala suerte. Pones a los once mejores (aunque eso está por ver) desde el comienzo, pero corres el riesgo de que se te lesionen. No debería pasar nada, pues para eso está el banquillo y los tres cambios. Pero si tan sólo cuentas con dos delanteros puros en la plantilla, se lesiona uno y el otro está vomitando los pulmones, no sabes qué hacer. En la ida tuvo mucha culpa Marcelino, pero en la eliminatoria completa tienen más culpa aún los responsables de planificar la temporada: al asturiano, al verse sin delanteros para sustituir, ha optado por sacar al más ofensivo que tenía (ojo a Manu del Moral, que lo veo jugando en todas las posiciones y, por consiguiente, totalmente perdido) y al más alto para que aprovechase todos los balones aéreos que le llegasen.
Pero es que te surge otro problema: ese jugador alto que en los últimos minutos puedes emplear de comodín atacante, como hacía Dragutinovic cuando estaba en el Sevilla, tiene menos sangre que un osito de peluche. Desastrosos minutos de Fazio en la vuelta, pero aún más avergonzante el partido de la ida.
Y aunque parezca mentira, llega otro problema más: la defensa no es contundente en absoluto, provocando así que el rival se interne una vez en el área y te haga un gol. Como al encajar un tanto estás obligado a marcar tres para remonar y no tienes delanteros, el ostiazo es histórico.

Me ha gustado mucho un tweet de Alexis Correa en el que decía "Y ahora qué". Eso mismo me pregunto yo, pero supongo que será lo de siempre: habrá quienes intenten tapar el fracaso estrepitoso comparando la situación con otros equipos que están peor; habrá quienes se consuelan con que no es un descenso; habrá quienes le cuenten la película a los que protestamos por el excesivo precio del abono de Del Nido vestido de negro y con unas medias en la cabeza poniéndole el cuchillo a un padre de familia mientras duerme para que pague los 400 euros de carnet; habrá quiénes mañana estarán con el tema de las televisiones o de los equipos morosos...

Sinceramente, yo prefiero buscar los errores de mi equipo no para ahondar más en la mierda, sino para solucionarlos en la medida de lo posible. Me parece contradictoria esa actitud de algunas personas que afirman no ser ellos quienes deben buscar los errores a su equipo, ya que eso es trabajo de otros. Pero cuando llega alguien que ha buscado esos errores y los manifiesta en público, se le mira raro.

Supongo que esta derrota no cambiará nada. Aún hay días para traer lo que hace falta y cerrar esta plantilla que, si se le da lo que necesita, puede dar mucho de sí.
La gracia está en que nos dicen que no hay dinero para fichajes. Si hipotecamos la temporada dejando la planificación a la mitad y por ello nos eliminan de competición europea, es normal que no haya dinero...