2-0 : Ni quiso, ni pudo

Finalmente, y como se preveía, será el Real Madrid quien dispute la final de Copa del Rey el Miércoles Santo frente al F.C. Barcelona.

Bajo mi punto de vista, el principal culpable de no eliminar al Real Madrid en estas semifinales es el propio Sevilla, y me explico: en ninguno de los 180 minutos que ha durado la eliminatoria, el Sevilla ha presionado al Madrid en su terreno de juego, por lo que el conjunto merengue sacaba a placer el balón jugado desde la defensa y, cuando cualquier central o ese pedazo de futbolista llamado Ozïl sobrepasaba la medular, tan sólo tenía que abrir el balón a las bandas para que la débil defensa hispalense dejase huecos y buscar balones a la espalda. Afortunadamente, ambos partidos del Madrid también han sido de los peores que recuerdo de los de Mourinho y nadie era capaz de dar esos balones en profundidad, salvo en alguna que otra ocasión en los mano a mano de Cristiano Ronaldo con Javi Varas o en el Sánchez Pizjuán, el que salva Alexis desde el suelo.

El principal fallo del Sevilla en esta eliminatoria copera ha sido dejar que el Real Madrid tuviese la posesión de la pelota y que la jugase a placer en defensa, sin presión alguna. Y aún entiendo menos la pasividad del equipo de Manzano en el encuentro de vuelta, donde desde el primer momento la presión a los centrales era fundamental para recuperar el balón cerca de la portería de Casillas y alejarlo lo máximo posible de la nuestra. Le faltó mucha, muchísima ambición al equipo para dejar en la cuneta al Real Madrid y dejar sin final a la mitad de España que ayer no era rojiblanca.



Por otro lado, la actuación del árbitro tampoco ayudó a que el Sevilla le metiese un poco de miedo al Real Madrid. Si ya de por sí asustaba poco el equipo nervionense, menos aún si el colegiado se empeñaba en cambiar las normas del fútbol. Hemos escuchado hasta la saciedad eso de "el fútbol es un deporte de contacto". En este punto quiero aclarar que, para mí, hay dos tipos de contacto en este deporte:

1. El inevitable. Ese que se produce al mover los brazos al correr, al pegarte al rival para presionarle y que pierda la posesión de la pelota... es decir, contactos LEGALES

2. Después están los contactos ILEGALES, como por ejemplo los que se producen con la intención de desestabilizar al rival sin opción alguna de jugar la pelota.

Y en éste último tipo de contacto encajaría perfectamente la jugada en la que salta Kanouté y golpea el balón con la mano tras ser desestabilizado por Ricardo Carvalho, que "casualmente", pasaba por allí y no estaba siquiera mirando la pelota. Y el contacto se produce en el interior del área, por lo tanto es penalti. Tonto, pero penalti.

Y la otra jugada polémica del encuentro de ayer es el golazo espectacular de vaselina anulado a Álvaro Negredo por partir en situación de fuera de juego. Viendo el partido por televisión me dio la impresión de que sí lo estaba y no le di mayor importancia. Pero viendo capturas como la que publica Nacho Mateos en su blog "Latidos de Nervión" se puede apreciar claramente que el delantero sevillista parte en posición correcta y, por tanto, el gol es absolutamente legal:



También es cierto que invalidan una jugada en la que Cristiano Ronaldo se quedaba completamente solo frente a Javi Varas gracias a un pase en profundidad de los que mencionaba antes que el Sevilla daba muchas facilidades, pero que el portugués no estaba en posición de fuera de juego. Sin embargo, en el cómputo global de la eliminatoria, el Sevilla ha salido claramente perjudicado. Y digo esto sin contar el gol fantasma de Luis Fabiano en el encuentro de ida, pues sigo diciendo que la jugada ofrece muchas dudas, pero ahí están las claras expulsiones a Lass y Arbeloa en el Pizjuán y la poca permisividad ante el contacto de futbolistas del Sevilla.

Dicho esto, vuelvo a afirmar que el arbitraje fue pésimo para los intereses sevillistas, pero los de Manzano tampoco han demostrado ambición para llevarse la eliminatoria. Cuando los futbolistas estaban ya muy cansados, Ozïl (vaya jugadorazo) recibe un balón en profundidad (otro más) de Khedira para irse de Javi Varas y sentenciar definitivamente la eliminatoria. Aún así, faltaba el golazo de Emmanuel Adebayor, que controla con el pecho y arma el disparo de forma inmediata. Ojo al togolés que no va a ser la única jugada espectacular que nos va a dejar de su estancia en el fútbol español.

Lo que no me ha gustado lo más mínimo es la actitud del presidente del Sevilla, Jose María Del Nido, antes y después de la eliminatoria. Quitando ya el temita del famoso vídeo, me parece que lo ha hecho todo al revés de lo que debiera: salió a calentar el ambiente antes de la eliminatoria con declaraciones como "el Madrid ha tenido mala suerte de enfrentarse al Sevilla en semifinales" o "pondremos seguridad en el vestuario" y, sin embargo, no hace la más mínima mención a los paupérrimos arbitrajes que ha recibido el equipo que dirige. Y no sólo eso, sino que además sale uno de sus futbolistas diciendo que el colegiado no ha medido con el mismo rasero, y con las declaraciones del post-partido no hace más que desacreditar a su jugador. Bajo mi punto de vista, el presidente del Sevilla ha vuelto a hacer las cosas muy mal en esta eliminatoria y no ha aprendido de otras como las del Fenerbahce o Bilbao. No aprenderá nunca...

Ahora sí, después demás de veinte años, la final vuelve a ser Madrid-Barça y la Federación Española se lleva a sus arcas 15 "kilitos". Yo veré la final de Copa con la camiseta del Barça que me regalaron hace años (detrás pone "Ronaldinho", ahí es nada) y espero que nuestra Copa (que todavía es nuestra) la recojan de nuestras manos los que verdaderamente se la merecen por fútbol, clase, respeto y espectáculo.