El día 11 de Julio del año 2010 pasará a la historia de este país, sin duda alguna. La Selección Española de fútbol se coronó como campeona del mundo por primera vez en su historia.
Ya lo hizo en su día la selección de baloncesto y fue muy bonito. Pero, con la de fútbol, es algo más especial.
España ganó todos los partidos disputados en la competición, salvo el primero contra Suiza. Personalmente, creo que no fue más que un tropiezo, pues nuestros jugadores hicieron un magnífico partido e inquietaron contínuamente la portería suiza.
Pero, como ya he dicho, fue bonito. No ganó nigún partido con un resultado abultado, ni hizo falta. Pocas veces he visto una selección jugando al fútbol como ha hecho España en este Mundial. Y eso tiene muchísimo mérito. Son jugadores que no se conocen apenas, pues las convocatorias duran 50 días o incluso menos. Y aún así, el juego de España fue rápido, con sentido en todo momento y, en definitiva, espectacular.
Ha ido de menos a más en la competición: Como ya he dicho antes, hicimos un buen juego contra Suiza, además de contra Honduras. El comienzo contra Chile fue algo menos brillante, pero la situación cambió sobremanera con el paso de los minutos. Portugal casi no dio la cara en octavos, inquietando apenas en dos ocasiones la portería del mejor portero del mundo y de la historia del fútbol español, Íker Casillas. En cuartos, ante Paraguay y para sorpresa de todos, llegó el partido más difícil de todo el torneo. No tienen gran equipo los paraguayos, pero sí que es una plantilla muy bien trabajada. La semifinal, también para sorpresa de todos (en esta ocasión para bien), fue casi un paseo. Alemania sabía que a España no se le puede jugar con muchísimos jugadores al ataque y dejar la defensa descuidada. Los germanos esperaron a España y, cuando tenían ocasión, montaban contragolpes rapidísimos con cuatro o cinco futbolistas. Pero se hizo justicia. Y el "casi paseo" no se convirtió en uno absoluto debido a que el gol de España llegó poco antes del minuto 80', obra de Carles Puyol, uno de los mejores centrales del mundo.
Y, entonces, la gran final contra un buen equipo, Holanda. No fue la selección que todos esperábamos, ni mucho menos. Ante nosotros se plantaron once jugadores cuya única misión era parar al aplastante fútbol de España con entradas criminales que Howard Webb, el árbitro inglés, permitió en todo momento. Expulsó a Heitinga, probablemente uno de los jugadores que menos repartió de Holanda (repartió mucho, pero en comparación, no fue para tanto). Increíble que acabaran el encuentro Van Bommel y De Jong. Lo de éste último a Xabi Alonso no tiene nombre. Bueno sí, tiene uno: "Hijo de p...".
En cuanto al gol que nos hizo campeones del mundo, no me canso de ver una y otra vez la jugada desde el comienzo: Recibe la pelota un Jesús Navas desaparecido hasta la final, que en partidos anteriores se dedicó a poner balones al área sin lógica alguna y apenas encarando a sus rivales (la única vez que lo hizo provocó un penalty), éste avanza con el esférico pegado al pie 50 metros, intenta pasarla a un compañero, pero, tras marrar el pase, le cae el rechace y encuentra a Torres (éste sí que ha estado desaparecido en todo momento). El madrileño intentó un pase maravilloso hacia Iniesta, pero no salió. De nuevo le cayó el rechace a un jugador español, esta vez a Cesc Fábregas, quien la cede al que se merece más que nadie el balón de oro, Andrés Iniesta.
Muy grande el albaceteño. Para mí, el mejor jugador del mundial. Pero quiero destacar especialmente a algunos jugadores de España que han estado a un nivel muy por encima de todos los demás:
Casillas, Piqué, Capdevila, Busquets, Iniesta, Xavi (el mejor jugador español de la historia) y Villa. Sí, de los siete hay cinco del Barcelona, pero no se puede hacer nada si tienen los mejores jugadores de la actualidad.
Por último, destacar el trabajo de Vicente del Bosque, el cual me disgustó bastante en los primeros partidos en los que dirigió a la selección. Pero reconozco que nos ha callado la boca a mí y a muchos que no dábamos un duro por él. Acertó en todas sus decisiones, salvo en introducir a Torres en el campo siempre. Sin embargo, en la final acertó con los tres cambios que efectuó. Navas, Torres y Fábregas intervienen en la jugada del gol que nos hizo Campeones del Mundo. Muy grande Del Bosque, muy grande.
Dentro de varios años no nos acordaremos de los cambios, ni de que Torres jugó en baja forma todos los partidos de la competición, ni del pulpo Paul, ni de que Arbeloa se dio un hostiazo en el autobús mientras celebraba la consecución del trofeo en Madrid.
Tan sólo nos acordaremos de que España, el 11 de Julio del 2010, se convirtió en la mejor selección del Mundo. ¡¡¡Viva España!!!
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