lunes, 18 de octubre de 2010

Volvemos a las andadas

Ayer se disputaron la mayoría de los partidos correspondientes a la 7ª jornada de la Liga BBVA. Aún falta por disputarse un encuentro; será hoy entre el Hércules y el Villarreal.

En el día de ayer, el Sevilla cayó derrotado en el Molinón ante el Sporting de Gijón por dos goles a cero. Paupérrimo partido de los de Manzano. Le salió bien el experimento de Romaric y Renato en la medular el día del Atlético de Madrid. No lo critiqué hace quince días, como tampoco lo hice ayer. Pero vuelve a demostrarse que Renato no es el que era antes y que Romaric no es tan malo, pero su calidad es insuficiente para las aspiraciones de este club. Se seguirá diciendo que no es tan escaso técnicamente y que ha sido un acierto de la secretaría técnica, pero lleva aquí tres años y aún no lo ha demostrado. Pero es lo de siempre, no se puede pensar que Monchi se ha equivocado con este jugador, pues sería otro más en una lista de varios fallos en los últimos años.

No pido que cesen a Monchi ni nada por el estilo, pero sí que cambie la forma de hacer las cosas. Ya lo dije en otro post y lo repito en este: desde el club y discursos de directivos, se nos ha hecho creer que los aficionados nos habíamos vuelto particularmente exigentes, e incluso se inventaron un concepto para "ilustrarlo": "aficionados mestallizados". Y a mi parecer, los primeros acomodados son los máximos mandatarios del Sevilla Fútbol Club. Es indudable que el equipo ya no es el que era y ahí están los números y el juego para demostrarlo. Que no nos cuenten "milongas" diciendo que no dejamos trabajar. No se han hecho los deberes en cuanto a incorporaciones e innovación en la plantilla. Los jugadores son muy buenos, pero cada vez tienen más años y eso pasa factura.



Para mi este hombre de arriba, que sale en la imagen con una cara de felicidad que me dibuja una sonrisa en la cara, no tiene ninguna culpa. Ha demostrado en incontables ocasiones ser un grandísimo entrenador, que sabe lo que hace y dice las cosas claras. Pero claro, si le pones a su disposición una plantilla de mitad de tabla, el equipo quedará en la mitad de la tabla. Probablemente exagere un poco, pero veo a otros equipos más fuertes que el Sevilla, como el Atlético de Madrid, el Valencia y el Villarreal. De momento, según mi opinión, sólo queda libre el sexto puesto para entrar en Europa, y eso sería volver a dar un paso atrás. Ojalá no sea así.

Como crónica del partido frente al Sporting, destaco la escrita por Paco Cepeda en www.muchodeporte.com, titulada "Muy vivo tampoco se le ve"

El Sevilla de Antonio Álvarez estaba muerto. Lo dijo José María del Nido. El presidente creía, y cree, que esa defunción se debía a un médico novato que tuvo que operar a corazón abierto con conocimientos justitos para apenas recetar aspirinas. Efectivamente, el especialista no gustaba ya a nadie. Hoy el Sevilla tiene un galeno que ha trabajado en muchos hospitales, que no se cuestiona para nada y al que se le han dado los ayudantes que ha pedido. Pero al enfermo se le ven síntomas parecidos, después de esa mejoría que muchas veces se le observa a los enfermos que están muy malitos antes de la recaída mortal. Digan lo que digan los cantamañanas recogidos y los estómagos agradecidos, que para eso están, esté Sevilla tiene un problema de jugadores, porque se ha ido firmando mal en los últimos tiempos. Monchi no quiere escuchar eso, incluso no quiere dar la cara en los sitios donde se le dice eso alto y claro, pero la verdad es ésa y si no quiere escucharla que se tape los oídos bien tapaditos.

Y el resultado es que cuando los buenos de verdad tienen un buen día, pues el Sevilla se parecerá al de las grandes tardes, pero lo normal, lo más lógico, es que futbolistas mediocres firmen más partidos malos que buenos. En Gijón, ante un animoso Sporting, se trató de jugar a la pelotita, pero sin la intensidad necesaria. No se dominaron para nada las áreas, y eso en la élite es mortal de necesidad. Las ocasiones se repartieron, pero atrás el Sevilla cometió errores y arriba faltó puntería. Al Sporting no le pasó ninguna de esas cosas.

Escudé y Fernando Navarro fatal. Este Sevilla no puede prescindir de Martín Cáceres excepto que no pueda dar un paso por cansancio o lesión. Romaric y Renato, sin ser los grandes culpables del día, son blanditos, muy blanditos. Sin Kanouté, porque Manzano, con el manual de diplomacia en la mano, quiso ganarse para la causa a Luis Fabiano sin castigar a Negredo; los medios, y el equipo en general, son peores, tanto en la suma como en la resta. Sin un majestuoso Kanouté, los defectos se multiplican.

Pese a todo, con algo de suerte y puntería, el resultado pudo ser otro, pero un Sevilla grande no aceptaba intercambio de golpes con el Sporting. Un Sevilla grande, con futbolistas buenos de verdad, se dejaba dar algún golpe menor pero para noquear a un rival que se faja sin más. Hoy hay una nueva realidad que habrá que aceptar porque es lo que hay. Los que tienen que verlo quieren cerrar los ojos. Ellos sabrán.


Estoy totalmente de acuerdo con el periodista. No sé si será bético o sevillista, si es cierto que quiere "destruir el proyecto de Del Nido" o si es él quien inició la Revolución Francesa, lo que sé es que en esta ocasión lleva toda la razón del mundo. Siguiendo con el símil "sanitario", puedes tener el mejor médico del mundo, pero hay enfermedades que no las puede curar un doctor. Y ese, para muchos , entre ellos yo, es el caso del Sevilla.

Como ya he dicho antes, es cierto que habrá quienes traten de maquillar la verdad imponiendo la suya, y otros les creerán. Pero creo que lo que pasa en el Sevilla es cada vez más evidente: queremos que entre mucho dinero, pero queremos que salga poco. Muy buena filosofía, pero no da frutos.

Vuelvo a acordarme de futbolistas que no están en la plantilla, como Afellay o Borja Valero. Éste último no está en el Sevilla porque no le dio la gana a la directiva, y no porque él no quisiera venir. Así lo ha afirmado Monchi en una entrevista para AS:

Este año se les ha escapado Borja Valero...

Nosotros hacemos valoraciones y marcamos unas pautas, unos límites. En el caso de Borja fue así y no creímos conveniente pagar lo que pedían. Llegó el Villarreal y sí lo hizo.


A mi parecer, es un poco triste que el Villarreal haya sido capaz de llevarse a este magnífico futbolista, siendo un equipo de pueblo (con todos los respetos). Y el Sevilla, no. Por medio millón de euros no juega de blanco. No querer poner 500.000 euros encima de la mesa para fichar a un grandísimo futbolista, a mi me parece de una absoluta prepotencia.

Sin ir más lejos, ha sonado esta semana para el equipo hispalense Diego Castro, autor del segundo gol (¡¡¡golazo!!!) del Sporting ayer. También lleva varios añitos demostrando su calidad este futbolista y está al alcance de la mano. No es necesario irse a Kazajistan a ojear jugadores para ficharlos.

Y ahí está Ibrahim Afellay, otra máquina de hacer fútbol que siguió el club este verano y que por 8 millones (lo que se pagó por Romaric o Mosquera) no está aquí.

Sólo espero que la situación vuelva a cambiar y seamos, aunque sea, la cuarta parte del Sevilla que entrenaba Juande Ramos. Porque este equipo, a día de hoy, es otro completamente diferente y no precisamente a mejor.

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