lunes, 9 de abril de 2012

El efecto Míchel

Hace poco más de dos meses se hizo cargo de la primera plantilla del Sevilla Fútbol Club un entrenador por el que la mayoría de los aficionados “no daba un duro”. Personalmente, expreso mi opinión sobre lo que ya he visto de cualquier profesional, pero no lo sentencio a las primeras de cambio. En el caso de Míchel, el ex del Getafe fue repudiado por gran parte de la familia sevillista, simplemente, por haber sido una de las figuras más representativas del Real Madrid del siglo XX. Argumento con fuerza donde los haya, sí señor. Algo similar le ocurrió, y a día de hoy hay gente que no le pasa la más mínima por el mismo motivo, a Álvaro Negredo.

El caso es que aterriza Míchel en la capital de Andalucía para sustituir a un desafortunado Marcelino, es presentado en rueda de prensa, se pone el chándal para dirigir su primer entrenamiento y se encuentra a dos compañeros que se intentan abrir la cabeza. Con esas, dos días después y con ambos “gladiadores” en sus casas, cae derrotado en San Sebastián. Sin contar ese encuentro, pues apenas llevaba dos días siendo entrenador del club, el currículum actual de Míchel con el Sevilla no es en absoluto nada malo: el único resultado “fuera de lo común” es perder con el colista, el Sporting del adorable Javier Clemente. Empatar con el Atlético de Madrid es algo totalmente razonable, al igual que perder frente al Barcelona y, por qué no, también caer en San Mamés ante un espectacular Athletic, finalista de Copa y semifinalista de Europa League.



Sin embargo, soy de la opinión de que los resultados no son lo único importante en este deporte. Al fin y al cabo, como dice un anuncio de GolTV, todo esto es sólo un juego. ¿Y para qué están los juegos? El fútbol es espectáculo y, aunque lo que da títulos y engrosa palmarés es marcar más goles que tu rival, que tu equipo juegue bien te hace disfrutar como un enano. No hablo de taconcitos, bicicletas y vaselinas; eso son filigranas que sólo están al alcance de cracks mundiales. Me refiero a dominar al contrario, a querer el balón y moverlo con sentido, a tratar de abrir espacios entre los jugadores del contrario, etc.

Creo que es indiscutible que con Míchel el Sevilla ha cambiado no sólo en resultados, sino también en juego. Exceptuando el vergonzoso partido de El Molinón, la actitud de los jugadores ha dado un giro de 180º. Además, ha hecho posible la “resurrección” de un Palop que parecía imposible y la vuelta de un Jesús Navas que está en su mejor momento de los últimos tres años.

El análisis debe hacerse al final de temporada y ahí se decidirá si el madrileño entrenará al Sevilla durante la próxima campaña. Sólo espero que ese análisis sea algo más profundo que un simple “lo renuevo porque cumple objetivos”. Manolo Jiménez cumplió los objetivos, pero el progresivo empobrecimiento de la plantilla y del juego era evidente y no tendría que haber sido renovado. Si Míchel sigue en esta línea, cumpla o no los objetivos, merece la oportunidad de ser el técnico del club el año que viene. Eso sí, que tenga la confianza que injustamente no se le dio a Antonio Álvarez. Y, casi tan importante como esto último es que tenga una plantilla acorde a los objetivos que se planteen. Que no tenga que volver a mirar al banquillo para echarse a llorar como le ocurrió ayer en San Mamés. Si Monchi y compañía se ponen las pilas, se podrá volver a formar un Sevilla grande.

Ya es hora de ponerse pilas nuevas….

4 comentarios:

  1. Creo que es de las pocas veces en las que coincido contigo, aunque no en todo, ya sabes que para lo del resultado soy como soy, y no hay quien me baje del burro, porque para mi no hay otra.

    Por otro lado, como digo, si estoy de acuerdo en que Michel está imprimiendo otra cara al equipo, pero no en cuanto al juego, ya en los entrenamientos incluso, cuando se ve por la tele y otros que lo confirman cuando asisten, se ve alegría y ganas en los jugadores, cosas que antes no existían.

    Como bien dices, habría que tenerlo claro para saber que camino coger en el tema del técnico. Ya te digo, Michel al principio no me convencía, pero se está ganando la confianza de muchos, esperemos que haya jugadores que salgan, otros que entren, pero que, si deciden renovarle, esos mismos jugadores no le hagan la cama ni le impidan continuar con el magnífico trabajo que está realizando.

    Me ha gustado el post, excepto esos matices, ya te digo...

    Abrazo.

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  2. Pues yo voy a hablar con él a ver si le da alguna oportunidad al bueno de Tom de Mul.

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  3. Manu, en Neo dijiste claramente, con Marcelino aún de técnico, que querías que el equipo jugara un poco al fútbol.

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  4. No lo niego, de ahí que diga que se le ve otra cara,al equipo, pero sabes que para mi siempre estará el resultado.por delante...

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