domingo, 8 de enero de 2012

Inadmisible e inaguantable (2-1)

Ooooootro día más, y ya van unos cuantos, los propios errores del Sevilla Fútbol Club condenan al equipo hispalense a perder de forma ridícula ante un rival, a priori, claramente inferior. Sin embargo, ya van varias derrotas justas ante conjuntos considerados inferiores, pero visto lo visto no lo tengo tan claro.

En esta ocasión le ha tocado al Rayo Vallecano esperar a que cualquiera de los once futbolistas del Sevilla hiciese de Papá Noel y regalase un balón tan sólo para empujarla a la red. Hoy ha vuelto a ser Javi Varas, quien ya la lió en el Ciutat de Valencia. Justo cuando estaba terminando la primera mitad, el guardameta sale a atrapar la pelota en un saque de falta, Federico Fazio se agacha, y Varas le pone el cuero en bandeja a Michu para que sólo tenga que empujarla de cabeza y poner el primero en el marcador.
Tanto la defensa como el portero: regalito ante el Levante; regalito ante el Valencia; regalito ante el Rayo... la defensa era lo único que funcionaba en el equipo de Marcelino García Toral, pero ahora ni eso.


El mejor hombre de los sevillistas ha sido, sin lugar a duda, José Antonio Reyes. Bromeaba en twitter durante el transcurso del encuentro con que Marcelino les había dicho a los suyos que le dieran el balón al nuevo para intentar la remontada. Era coña, evidentemente, pero perfectamente podría ser cierto, ya que ha sido el único que ha tratado de mover el juego con sentido. El utrerano fue sustituido en los minutos finales por lesión, cuando ya el marcador señalaba el resultado definitivo, 2-1, con los goles de Michu y Tamudo por parte local, y Escudé por los sevillistas.

Lo más preocupante de el entrenador del Sevilla es que lleva incluso hizo la pretemporada con el equipo, un "lujo" que no tuvo Gregorio Manzano, por ejemplo. Pues aún así, a pesar de que lleve dirigiendo la plantilla varios meses, no se ven mejoras por ninguna parte. Me dijo en la rueda de prensa tras la goleada del Madrid que no le preocupaba que se volviesen a ver los errores de principio de temporada, pues ocurrieron en un sólo encuentro y los consideraba puntuales. Tal vez ya no sean tan puntuales y haya que plantearse cositas como jugar de otra forma, cambiar de esquema de vez en cuando, hablar seriamente con los jugadores, pedir refuerzos sin miedo a reprimendas de la directiva... si un técnico no es capaz de eso, es posible que no esté capacitado para entrenar a un equipo que opta a clasificarse para la Liga de Campeones. Algo que, por cierto, también empiezo a dudar.

Comparando la situación con quien tenía el billete en sus manos para volar a Sevilla y firmar con la entidad para ser el entrenador, el Athletic de Marcelo Bielsa no es una maravilla pero sabe perfectamente a qué juega. Empezó la temporada muy mal, pero a día de hoy toca la pelota muchísimo más que el Sevilla. De un técnico que lleva más de tres meses con unos futbolistas al menos se espera que tenga las ideas claras. Y Marcelino, si las tiene, no se notan lo más mínimo.

Ya dije en el último post que cuatro finiquitos son demasiados y, si ya le costó sudor y sangre a la directiva echar a Manolo Jiménez, Álvarez y Manzano, aún más costará con Marcelino, pues reconocer cuatro errores en apenas cuatro años no va con el estilo de estos directivos. De momento, Marcelino García Toral sigue siendo entrenador del Sevilla, aunque cada vez con menos crédito. Por ello, no creo que tenga nada que perder si exige refuerzos, compromiso y un poco más de garra. Algo que, por otra parte, es lo que quiere la afición.

Y mientras, nos piden a los socios 10 euros para ver unos octavos de final de Copa del Rey, una competición que se juega todos los años y para la que no hace falta clasificarse. Cuando una película no vale un duro, nadie va al cine a verla. Y si la entrada es cara, con más motivo. Tras pagar 400 por el abono, 10 más por ver a un equipo que deambula por el campo.

Y los directivos cobrando 400.000 euros al año...

1 comentario:

  1. Me voy a poner en modo pitonisa:

    El Pizjuán contra el Valencia estará casi vacío, pero los 4 gatos que irán serán los 4 ultrasevillistas ultradefensores de siempre, así que animarán a muerte pase lo que pase y esas cosas. A agachar la cabeza y tal.

    ¿Cuándo se va a mirar al palco? Pues ni cuando aterrice un OVNI sobre la frente de Del Nido. Así está la cosa.

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