martes, 13 de diciembre de 2011

Definición de "deporte"

Lejos de ser original, voy a comenzar el post aportando la definición de un término que me dará pie al resto de la entrada.

Según la R.A.E., "deporte" es una actividad física, ejercida como juego o competición, cuya práctica supone entrenamiento y sujeción a normas; o una recreación, pasatiempo, placer, diversión o ejercicio físico, por lo común al aire libre.
Si además buscamos sinónimos, aparecen palabras como diversión, entretenimiento, juego, ocio, pasatiempo...

Por si alguien lo duda, busco también la definición de "fútbol": es un deporte de equipo jugando entre... ¡¡¡¡me da igual entre quienes jueguen!!!! Me basta con el principio.
Concluímos, por tanto, que el fútbol es un deporte. Parece una tontería (y lo es), pero a veces a la gente se le olvida. Tal y como vemos en las definiciones, están presentes términos como "pasatiempo, placer, diversión, entretenimiento..."; es curioso que no aparezcan otros como "salvajes, faltas de respeto, insultos, violencia, incitación..."

Todo esto viene a cuento de que, una vez más, por expresar lo que me da la gana, a pesar de que lo hago de forma respetuosa, me llaman "gilipollas". Ocurrió tras el término del encuentro del Betis frente al Valencia, cuando escribí un tweet elogiando la garra que los verdiblancos pusieron en el partido. Hubo quien me mencionó y me lo dijo "a la cara", pero también quienes lo hicieron indirectamente para demostrar a sus seguidores que son muy... algo.

Sinceramente, me da absolutamente igual que me insulten o me intenten provocar; es algo que no me afecta lo más mínimo en lo personal. Sí, sin embargo, me preocupa por lo que me gusta el fútbol, pues esa misma gente que no sabe respetar las opiniones de los demás y cuyo único argumento es el insulto, intentando así estar siempre por encima de aquellos con los que no está de acuerdo y cobrar protagonismo, es la que se carga este deporte. Digo más, es la que está consiguiendo que el fútbol cada vez parezca menos un deporte.




Que sí, que hay gente que se toma el fútbol muy en serio y lo entiende como un sentimiento y demás. No lo critico en absoluto, pero tomárselo tan a pecho no creo que sea igual a insultar a cada momento al jugador del equipo rival. Aunque esto tampoco es para tanto, pues hemos llegado a un punto en el que el jugador está completamente acostumbrado a que se caguen en su puta madre. Lo que ya no es razonable, y sí me parece muy grave, es entonar cánticos como " ... muérete, ... muérete" o lanzar objetos a los deportistas. He puesto la foto del botellazo que recibió Casillas en el Sánchez Pizjuán porque lo vi en directo, y luego incluso llegué a leer cosas como "que le den por culo", únicamente por haber ganado su equipo.

Salvajes como estos hay en todos sitios, y lo peor es que cada día hacen más ruído. Los que llaman gilipollas a una persona por no estar de acuerdo con ella, seguramente serán esos que ven correcto que la hayan abierto una brecha a un linier con un paraguas sólo porque les anuló un gol injustamente, o que le lancen una botella a un portero que evitó un gol de su equipo. Como digo, salvajes, gente que no da para más.
Ya escribí hace tiempo que me parece increíble el hecho de que haya quienes consideran inferior en inteligencia a una persona sólo por ser del equipo rival de una misma ciudad. Por favor, ¿no nos damos cuenta que al fin y al cabo estamos hablando de ser aficionado de un equipo u otro?

Son muy tristes esas personas que viven insultando contínuamente y que darían su vida por un equipo de fútbol. ¿No tienen más que hacer? Lo gracioso es que tras tirar la botella agachan la cabeza y se van del estadio; o incitan a la violencia y ven correcto que le peguen a un aficionado del equipo contrario, pero cuando después hay una pelea cerca se cagan encima.

Al menos es gracioso cómo a veces esos que prefieren insultar y ver a un jugador rival romperse una pierna a disfrutar de un buen encuentro, tiran su dignidad por los suelos y parecen ser borreguitos a los que se les conquista con una "cucamona": recuerdo cuando Darío Silva jugaba en el Málaga y era uno de los jugadores más odiados en el Sánchez Pizjuán. En cambio, luego fichó por el Sevilla, dijo dos palabras bonitas en rueda de prensa, y todos querían darle besitos en la calva.

A mí el fútbol me gusta como deporte que es. Y como buen amante de esto me encanta ver un Sevilla-Betis con amigos béticos, y me parece correctísimo que si marca su equipo salten y griten, pues es lo mismo que haría yo. Un poco más de respeto y educación hace falta, porque si el fútbol es refleja lo que es la sociedad actualmente, da mucha vergüenza.

1 comentario:

  1. Ai hamijo! Cual Alonso Quijano contra Molinos...

    El ultrismo está de moda, y hasta es promocionado por ciertas cabezas ilustres. Y cuando lo denuncias pues simplemente obtienes aún más calificativos que coleccionar. Estas cosas o te las tomas con calma... o mal vamos...

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