lunes, 19 de septiembre de 2011

7 puntos de 9 (1-0)



No escribí ayer tras el partido que el Sevilla ganó en el estadio Ramón Sánchez Pizjuán a la Real Sociedad por un gol a cero, así que lo hago hoy puesto que no quiero dejar pasar la oportunidad de analizar algún que otro detalle del encuentro.

Para empezar, se dice que Marcelino saltó al césped con un 4-1-4-1. Sinceramente, yo vi el 4-4-2 de toda la vida, con Medel y Trochowski juntitos, pero haciendo funciones diferentes; los interiores buscando el centro al área y no la internada por dentro; y dos tíos arriba para buscar el gol, pero con Kanouté el 80% del tiempo bajando a recibir al mediocampo. Es decir: más de lo mismo.
No comprendo la manía que le ha dado a la gente de afirmar que Navas y Perotti son delanteros en este Sevilla, puesto que no lo son. El delantero es el encargado de marcar goles y no de darlos, como es el caso de estos dos futbolistas. Los jugadores de banda del Barcelona sí son delanteros, ya que su función es la misma que la del punta: internarse en el área para marcar. La diferencia con Navas y Perotti es que estos buscan el hueco desde la banda para poner el centro y que el delantero empuje el balón al fondo de la portería. Esta semana escribiré con más profundidad sobre este tema.

En cuanto al encuentro, no jugó nada bien el Sevilla durante los 90 minutos. Un poco mejor en los primeros compases de la segunda parte, pero aún así se fue vaciando poco a poco, y en los minutos finales fue la Real Sociedad quien tomó la iniciativa pero sin crear tampoco ocasiones claras. De hecho, no recuerdo a Javi Varas agarrar el balón con las manos mas que para sacar de puerta.
Fue durante los mejores minutos del conjunto local cuando llegó el único gol de la contienda: Medel da un pase por alto a Negredo, quien da a Kanouté una magistral asistencia de cabeza para que el malí bata por bajo al meta realista.

Creo que es pronto para pedirle buen fútbol al Sevilla de Marcelino, pues el asturiano lleva apenas seis partidos oficiales como técnico hispalense. Sin embargo, lo que sí se le puede pedir es que corrija los muchos errores de la defensa. Ayer la Real Sociedad apenas inquietó al Sevilla, síntoma de que va a mejor poco a poco (o de que el rival no hizo nada). Pero aún así a Escudé se vio muy dubitativo en muchas ocasiones, no así a Spahic, quien dio una lección de colocación y contundencia durante todo el partido. Me gusta el central bosnio, sólo espero que no se le vaya la cabeza de vez en cuando con las entradas, y es posible que tengamos central titular para mucho tiempo.


Advertí la tarde antes al partido en NeoFM (90.4) que la Real Sociedad, probablemente, sea unos de los equipos más débiles de la competición; no obstante, sus dos jugadores de banda son de los más peligrosos de esta liga. Contradicción que muestra el desequilibrio de la plantilla de los de Anoeta. Ya que los donostiarras se encontraron el contratiempo de la lesión de su mejor futbolista, Xabi Prieto, no tuvieron más opción que recurrir a Griezmann, el rápido interior francés al que ayer no le salieron mucho las cosas.

Por último, creo que ayer era el día de jugar con tres hombres en el mediocampo (Trochowski, Medel y Rakitic). Tanto Navas como Perotti estaban cubiertos por dos futbolistas rivales todo el tiempo, y al colocar a otro jugador en el centro del campo obligas a uno del contrario a fijar a ese tercero, por lo que las bandas habrían estado más libres y muy probablemente habríamos visto más internadas.

Sin embargo, ¿por qué para jugar con tres centrocampistas es obligatorio poner sólo a un punta? Ayer la mejor jugada del Sevilla fue la del gol, trenzada por Negredo y Kanouté. Y se sigue pidiendo que el equipo juegue con un sólo delantero para así meter a otro tío en el centro del campo. Repito la pregunta que será el título de mi próxima entrada:

¿¿Por qué sólo un delantero??

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