No pasa naaaaaada: 3-2

No pasa absolutamente nada si has perdido frente a Osasuna, un equipo que hasta el día de ayer se estaba jugando la permanencia con serias dificultades, en un partido que al descanso ibas ganando por dos goles a cero; ya que no es una "tragedia" estar peleando por entrar en Europa League.

Al menos yo estoy de acuerdo con esa frase en que no es un desastre. Pero creo que para mostrar tu desacuerdo no hay que esperar a que la situación sea irremediable. Lo de ayer, unido a la campaña que lleva haciendo el Sevilla desde que comenzara allá por Agosto, fue la gota que colmó el vaso.

A pesar de lo que creen muchos sevillistas, la gran cantidad de críticas que se pudieron leer ayer en los diversos blogs o en twitter no se deben al nefasto encuentro de ayer en el Reyno de Navarra, sino a que llevamos tres larguísimos años aguantando ver a nuestro equipo cada vez peor, y los que han de poner una solución, que están capacitados de sobra para ello, no paran de cagarla una y otra vez, salvo excepciones. Hace cinco años, la situación era distinta: no paraban de acertar, y las excepciones eran pocas...


Si los primeros cuarenta y cinco minutos no fueron muy buenos de por sí, el segundo tiempo fue lo más bochornoso que he visto en un campo de fútbol. Al primer minuto de esa segunda mitad, Osasuna recortaba distancias, pues aún iba por detrás en el marcador por culpa de un espectacular Álvaro Negredo. En los minutos finales ya se encargó el Sevilla de encajar dos goles más, ya que la defensa en el día de ayer era irrisoria. Bueno, en el día de ayer y en lo que llevamos de campeonato.

Una de las jugadas más lamentables del encuentro se produjo más o menos en el ecuador del segundo tiempo: Sergio Sánchez (otro que vaya telita) despeja un balón que estaba dentro del área y golpea a su compañero Gary Medel en la espalda. El rechace le cae a un delantero de Osasuna y, tras un pase, el colegiado indica fuera de juego cuando Javi Varas estaba ya casi batido.

Pero lo de la zaga sevillista ayer fue para meterlos en los vestuarios a collejas: Sergio Sánchez no sabía dónde colocarse, y si a eso añadimos su actitud de pasotismo con el club que ha hecho posible que pueda volver a jugar al fútbol y sus "problemas" extradeportivos, para qué seguir hablando de él. Bernardo fue otro que en su debut no dio ni una. No sé si porque estaba excesivamente nervioso, o es que aún no está para jugar en primera división. No entiendo ese afán que le ha entrado a la gente por subir jugadores de la cantera al primer equipo. La diferencia entre las categorías es muy grande y, por mucho que lo chavales parezcan "mini-Maradonas" cuando juegan frente al Yeclano, salir a un campo de la élite es otro mundo, y es normal que no rindan como se espera, aún más con la presión de la gente que los ponen como cracks mundiales teniendo apenas 20 años.

Siguiendo con los defensores del Sevilla, Escudé parece que ha perdido esa eficacia que le caracterizaba. No entiendo como un internacional absoluto con la selección francesa puede despejar un balón al punto de penalti. Y para terminar, ¿qué decir de Dabo?


Hay gente que compara su situación con la de Dani Alves: un tío que no parecía futbolista y después se convirtió en uno de los mejores del mundo. A mí me hace gracia. El partido que ayer firmó este hombre le hace reír hasta a Amunike. Es muy triste ver cómo en el último gol de Osasuna está separado cinco metros de sus compañeros y rompe el fuera de juego, así como casi le rompe el ojo a Camuñas, que con dos cojones como los de un bisonte siguió corriendo para asistir a un compañero y que marcara a placer. Por lo que llevamos de temporada, creo que no es una locura afirmar que Dabo me parece uno de los peores futbolistas que recuerdo en bastante tiempo. No lucha contra los rivales, sino contra su propio cuerpo para no caerse. Y me parece también muy lamentable que se intentara autoexpulsar en tres ocasiones teniendo cartulina amarilla, la última muy descarada como fue la ya citada jugada del gol en la que golpea brutalmente a Camuñas. Al menos Romaric sabe expulsarse cuando quiere, pero éste ni eso...

Del partido de ayer, tan sólo me quedo con Javi Varas, que en todos los partidos salva al Sevilla con alguna parada; un impresionante Álvaro Negredo que lleva 22 goles esta campaña y aún así creo que puede demostrar mucho más; un Perotti que vuelve a recuperar poco a poco su nivel (lástima que, como parece, vayan a venderlo) y un Gary Medel que es de los pocos que le echa garra y acabó expulsado desquiciado al ver a sus "compis" resbalársela cuando Osasuna les estaba bañando. De hecho, de todos los futbolistas que jugaron ayer, largaba a todos para la próxima campaña salvo a los cuatro que he mencionado. La limpia en la plantilla tiene que ser gorda, muy gorda...

Espero que la culpa de lo que estamos viendo no vuelvan a echársela a los aficionados que mostramos nuestro desacuerdo cuando algo no nos gusta. Es ridículo afirmar que un aficionado que paga su abono (nada barato, por cierto) como otro cualquiera es culpable de lo que se ve en el campo.

En fin, mientras algunos sevillistas se preocupan en culpar a otros aficionados para crear más divisón y polémica y a la prensa, o buscar errores en ésta última para desviar la atención cuando las cosas van mal, otros nos preocupamos en ver los fallos que tiene el Sevilla, que no son pocos. Los que nos hicieron grandes y ahora nos están volviendo a hacer un equipo normalito, aún están a tiempo de poner solución a esto. Nadie está pidiendo la dimisión del presidente y que vuelvan Carrión o De Caldas, pero sí que dejen la arrogancia a un lado, y las manos encima de la mesa de sus respectivos despachos (para evitar que se rasquen ciertas zonas) y se pongan a trabajar con seriedad de una vez. No son los que juegan, pero sí los que traen a los que juegan y entrenan, y este año creo que estamos de acuerdo todos en que en la plantilla hay mucha zurrapa...